sábado, 23 de octubre de 2010

Palas de Rei, 20 de Octubre. Tercer Aniversario de la Consagración de Chinguaro.

Voltarén, ampollas, Sarria, compostela, Almería, credencial, ibuprofeno, vieira, Palas de Rei, Compeed, tendinitis, Papa, botafumeiro, linterna, Menú del Peregrino, Madrid, kilómetros, bastón, ligamentos, masajes, peregrino, hospitalero, albergue.......xacobeo, jacobeo, chacobeo...¡ya lo veo!.

A partir de Sarria todo ha cambiando. Por supuesto, una vez cobrado el dinero del PagoAmigo de ayer me di un desayuno de jeque árabe. Entre que me puse a caminar más tarde y que a partir de Sarria hay una auténtica marabunta de gente caminando, casi cojo una depresión. Grupos y grupos de gente gritando, preparados o no caminaron hoy por el camino: gente con vaqueros, gordos de esos que producen entre los muslos un ruidito que hace pensar en hermosas rozaduras al final del día, grupos de divorciadas, chulitos godos...en fin, algo terrible. Es inevitable mirar con desdén a estos recién llegados. Metí caña y me puso delante, pero asi todo, el ambiente ahora es muy distinto. Los peregrinos de los cien kilómetros son los que más manejan el argot, los que más dicen "buen camino", los que más trucos se saben...(MariaJosé, no me lo tengas en cuenta, que no va con ustedes)

Huyendo de la peña, acabé por llegar a Barbadelo. Hoy vuelve a haber mucha niebla y la salida del sol ha sido preciosa. Siempre caminando cruzo Rente, Peruscallo, Cortiñas, Casal, A Pena, As Rozas, Mercadoiro, Montras, Parrocha, Vilachá..pequeñas aldeas prácticamente unidas unas a otras. La referencia más habitual es la parroquia y luego el Concello. El paisaje gallego es totalmente distinto a lo que he cruzado hasta ahora. Es una especie de Arcadia feliz, de prados con vacas, de bosques de robles y castaños que a veces forman un verdadero tunel por los que avanza el camino, siempre bordeado de muretes de piedra llenos de musgo y helechos. Sin embargo, los núcleos de población no tienen el interés de los que he visto hasta ahora, de manera que entre eso y la masificación, decido caminar mañana y tarde. Por la tarde, el Camino está mucho más tranquilo y avanzo hasta cuarenta kilómetros al día.

A mitad de camino, crucé Portomarín. El pueblo antiguo está bajo las aguas del pantano de Belesar del río Miño. Ahora, como no hay agua en el pantano, se ven las bases de las antiguas casas, los límites de lo que fueron los prados entre las heladas aguas del río. Cruzando el puente sobre el embalse lo pasé realmente mal. Tengo algo parecido a vértigo que es más bien un terror loco a que me de por zumbarme al vacío. Ya me pasó una vez en una telesilla en Escocia. Después de Portomarín vienen Gonzar, Castromayor, Hospital de la Cruz (ahi se quedó Félix el médico), Ventas del Narón, Ligonde, Airexe, Avenostre y por último Palas del Rei, el lugar donde voy a dormir hoy.

La llegada de peregrinos ahora es como cuando Escarlata llega a la estación de tren después del incendio de Atlanta. El que no es un porrón sin asa es una jarra desbocada. Todos están lisiados. Es un cuadro verlos llegar. Por suerte, el Palas de Rei para muy poca gente a pesar de que el albergue de la Xunta de Galica es magnífico. La cena, extraordinaria: alubias blancas (me pusieron la sopera al lado y no se las veces que me serví) y lacón al horno con papitas. Me bebí la botella entera de vino y luego unas natillas. Me cobré lo de anoche, desde luego.

Hoy hace tres años del feliz día en que se consagró la ermita de Chinguaro. Han pasado muchas cosas en ese tiempo. Añado el vídeo del traslado de la Virgen de Chinguaro en aquella tarde emocionante que grabó la Escuela Taller.


.

2 comentarios:

  1. Esa escuela taller que forma parte de tus recuerdos hasta estando de peregrinaje...je,je.

    ResponderEliminar
  2. Los gorditos tenemos derecho a caminar..., jejej

    ResponderEliminar