sábado, 6 de octubre de 2012

1 de octubre. Valverde del Camino-Minas de Río Tinto

Tempranito por la mañana me lanzo de nuevo a la Vía Verde. El camino a seguir desde Valverde del Camino a Minas de Río Tinto, donde iba a dormir la siguiente noche sigue siendo el trazado de ese tren de los ingleses de Alkali. A su paso por Valverde, hay varios edificios relacionados con la empresa inglesa: almacenes, hangares y sobre todo la Casa de la Dirección, una vivienda de estilo inglés, enorme donde vivía el director de la compañía.

Antiguas viviendas de los ingleses de Alkali

Pedro Zarza que hacía unos licores estupendos

Cosas de los ingleses en Valverde del Camino


Durante kilómetros, no hay árboles, solo jaras y matorral bajo. Me di cuenta de que, por esa impaciencia en correr cada día al camino, había salido de nuevo sin desayunar, con la idea errónea de que esto era como en Navarra, que cada media hora te encuentras un barito. Error. Kilómetros y kilómetros de camino donde no vi ni un alma. Suerte que el androide, con el que me peleo tanto por su teclado predeterminado, tiene un GPS y aunque no me hace falta para ver la dirección, sí es un consuelo para saber cuando falta para llegar. Cristo y Mery-Mary están ahí, averigua que te averigua para ver como le podemos quitar al jodido androide la manía de creerse tan listo. Cuando yo digo "voy a...", ya él se adelanta y escribe "voy a almorzar" (por ejemplo) y cuando no, le da por escribir frases indescifrables como "área semántica"...que a saber qué quiere decir el cacharro cuando escribe eso. Te pone en un compromiso el androide.

Para el tramo de hoy, hay que cruzar ya las primeras dehesas. También había llanos y llanos de naranjeros. En muchos casos y, como en el Camino Francés, hay que abrir cancelas que uno debe dejar cerradas a su paso para que los animales no se escapen. 

Naranjeros de la Riotinto Fruit


Cuanto más subes por esta bendita sierra, más pobre es el terreno. Hay pinos y eucaliptos, pero nada que ver con la llanura donde empecé. Ya iba yo tan contento, creyendo que estaba llegando a Minas de Río Tinto porque vi unas sorribas tipo "areneras de Güímar" cuando caí en la cuenta de que lo que veía era Zalamea La Real. Después de Zalamea La Real, viene El Campillo y sin comer y sin llegar a Minas. De verdad que cuando llegué a Minas de Río Tinto estaba en las últimas. Este camino es desde luego, mucho más duro que el Camino Francés, yo estoy más gordo y más viejo, hace más calor, es cuesta arriba y los tramos son más largos. Me curo de todo en un bar gediondo pidiendo dos veces la jarra más grande de cerveza que tenían. Enfrente había un jazmín espectacular, aún en flor. No hay albergue tampoco en Minas de Río Tinto y me quedé en un hostal bastante estupendo. Después de la ducha y el afeitado, lo vi todo de color de rosa. Los ingleses llegaron aquí a mediados del siglo XIX y explotaron las minas durante casi un siglo. Construyeron para ellos una urbanización al estilo inglés que aún se conserva y una de cuyas casas se puede incluso visitar para ver la mezcla andaluz-inglés de su estilo. Además y como suelen hacer ellos, se trajeron todo su pack: iglesia presbiteriana, campos de cricket, golf, fútbol, etc. Debieron de vivir muy bien aquí los jefazos de Alkali. Para más inri, el antiguo pueblo de Minas estaba emplazado sobre lo que se llamó El Filón Sur, donde había mucho mineral y, ni cortos ni perezosos, desmantelaron el pueblo y le construyeron otro a la gente donde les pareció. En los años cincuenta del siglo XX las minas volvieron a ser españolas y toda esa etapa "british" desapareció de Huelva aunque según dicen dejó muchas huellas culturales. Debe haber unos cuentos buenísimos de las cosas de los ingleses, pero no encontré con nadie lo suficientemente viejo como para que se acordara. La urbanización de los ingleses, que se llama Bella Vista es realmente agradable y prácticamente todo el rollo minero es visitable hoy en día, incluso la mayor mina al aire libre de Europa, que la ves y se te seca la risa. Ríete tú de los hoyos de Güímar.

Casa del barrio de Bella Vista en Minas del Riotinto
Iglesia presbiteriana en Minas del Riotinto
Otras vistas de Bella Vista en Minas del Riotinto


Cené no sé cuántas cosas en el mismo hostal. Pedí, entre otras cosas, oreja de cochino en salsa. Estaba buena, pero es tan grasienta que se te pegan los dientes. Así y todo, me la comí. Le dije al camarero "esto está bueno, pero es mejor con más invierno".

En la mesa de al lado de la mía hay un grupo genial. Hay uno que es como el fino, su mujer no se que se puso en el pelo, un fijador o algo asi y le quedó como un casco amarillo. No se le despega un pelo. Luego hay otra pareja que son como los brutitos. Cada uno, a gusto en su papel. Los brutitos tienen un niño que es más brutito que los padres. Tenemos muchos ejemplos en Canarias de familias asi, donde los nenes son más belillos que los padres. Hijos que solo dicen "costillasconpapas", de padres que seguramente tienen una letra preciosa cuando escriben a mano. Estos de mi vera, están hablando de pienso para los cochinos. Me quedo alertado porque los que tienen soja "hinchan" a los animales. Yo creo que el niño, cuando los padres no lo ven, le da al pienso.

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